La parte principal de cada infancia es jugar, porque jugar significa aprender. Se promueven varias áreas de desarrollo infantil en el juego. Los niños se ocupan activa e intensamente de sí mismos y de su entorno. Durante el juego, tienen lugar numerosos procesos de aprendizaje, que a su vez son esenciales para el desarrollo de diversas habilidades y capacidades, así como su propia personalidad y, por lo tanto, su propia identidad.